ROSQUILLAS SIN PRETENSIONES

El otro día estaba tranquilamente en casa y me llega un whatsapp, una foto de un platazo de rosquillas que acababa de hacer mi madre. Como no podía ser de otra manera me entraron unas ganas terribles de comer rosquillas, pero nada, ese día no iba a ser posible. A los dos días mi hermana, otra foto de rosquillas. Hasta aquí aguantó mi gula, en cuanto pude me puse manos a la obra para hacer yo también mi plato de rosquillas.

Como habréis deducido por el título no son nada más y nada menos que rosquillas, simplemente rosquillas, de las de toda la vida, de las de la abuela, esas pastitas un tanto sequeronas con un punto a anís y ese dulzor característico del azúcar mezclado con el aceite, pues eso, ROSQUILLAS.

Lo bueno de esta receta es que no salen "tropecientasmil", salen unas 36 rosquillas pequeñitas, de las que te puedes comer tres o cuatro perfectamente con un buen café o un té. Entonces ahí os dejo la receta y espero que las disfrutéis tanto como yo!

RECETA.
Ingredientes.

• 1 huevo.
• 4 cucharadas soperas de aceite (yo utilizo virgen extra pero podéis utilizar un aceite de oliva de sabor suave, 0,4, por ejemplo).
• 4 cucharadas soperas de leche fría.
• 2 cucharadas soperas de licor de anís.
• 6 cucharadas soperas de azúcar.
• 1 cucharadita de levadura química.
• 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
• 1/2 Kg de harina aproximadamente. Esta cantidad no es exacta; tener preparado el medio kilo e ir echando harina hasta que la masa se quede elástica y no pegajosa. A mi me admitió 370 gr.
• Aceite de girasol para freír las rosquillas.
• Azúcar para rebozarlas.

Preparación.

1. En un bol poner el huevo y batirlo un poco con el tenedor.
2. Añadir el aceite,la leche y el anís. Batir bien con unas varillas para que se integre todo bien.
3. Añadir el azúcar, la levadura y el bicarbonato. Mezclar bien con una cuchara de madera hasta que todo el azúcar se haya mezclado.
4. Ir añadiendo harina progresivamente mientras mezclais con la cuchara. La parte final del proceso tendréis que hacerla a mano, amasando suavemente porqué la masa es dura.
5. Dejar reposar la masa 15 minutos más o menos y hacer las rosquillas. Para los que no hayáis hecho rosquillas nunca, primero se hacen unos churritos que después uniremos por los extremos apretando un poco para que no se suelten al freír, sólo tenéis que recordar aquellos tiempos en los que jugabais con la plastilina!
6. En una sartén profunda o un cazo poner aceite de girasol en abundancia y calentar bastante pero no en exceso, no debe humear. Yo tengo cocina de inducción y la pongo primero al 6 y después bajo al 5. El aceite no debe estar muy caliente para que no se quemen las rosquillas, se deben ir dorando a la vez que se hacen por dentro, si el aceite está muy caliente se doran por fuera muy rápido pero quedan crudas por dentro. Ir dando vueltas a las rosquillas para que se hagan por los dos lados.
7. Cuando estén doradas las sacáis del aceite y las ponéis en un plato preparado con papel absorbente y mientras estén calientes las rebozáis en azúcar por los dos lados.
8. Bueno, pues ya están listas las rosquillas. A comer!